Dos Patas para Un Pato

Bienvenidos

Somos 3 patos, mejor dicho dos patas y un pato, unidos por Internet y el amor al Arte y se nos ha ocurrido crear este blog para que cada uno escriba sobre lo que le apetezca. A ver qué sale!!!!

UNA CANCIÓN: Donde se enconde el sol


Este sábado de calorcillo, invita a poner musiquilla alegre.  Por eso os traemos al estanque a un grupito musical nuevo. 

Es de  Cartagena y sus componentes, sobre todo "La Berme", amigos de la patita Tania.

Su nombre:

                   T O P L A G I O             

El vídeo es  "caserillo" pero eso lo revaloriza porque tiene la frescura de lo hecho con pocos medios.

La canción  tiene un ritmillo muy majo, la letra me encanta  y el estribillo es muy pegadizo.   Os gustará! 

No olvidéis quitar antes la música del blog.  ;)



PD. Es una sorpresilla para Tania a la que le dedico la entrada.  "¿THDKTK?"

PATO-OPINIÓN: ¡¡Y luego nos exigen tolerancia con la vestimenta!!


Más de 1.000 euros de multa a la mujer que no lleve la vestimenta islámica


► ► La ciudad de Mashad, la segunda mayor de Irán, ha incrementado de forma desmesurada la cuantía de las multas a las mujeres cuya vestimenta no se rija por las normas islámicas y no lleven el pelo cubierto de forma apropiada. El fiscal ha incrementado la multa a un total de 1,3 millones de tomans (equivalente a 1.300 dólares o a 1.048 euros), una suma enorme en un país donde, por el ejemplo, el salario de un maestro es de 500 dólares.



Supongo que recordáis, por reciente, mi pato-opinión sobre el tema del velo islámico. 
 
 
Pues justamente este mes de mayo leo en El Periódico de Aragón la noticia que encabeza la entrada y cuya imagen adjunto por si queda alguna duda.

No añado nada más... os invito a que saquéis vuestras propias conclusiones.

EXPOSICIÓN: Óleos de Pepa Sánchez


Hoy os invito a tomar un café en un  lugar encantador y bien decorado.  Es la Cafetería Astoria en la calle San Vicente de Pául, 18  de Zaragoza.


Así, de paso, podréis ver las obras que Pepa Sánchez expone desde el 15 de mayo al 5 de junio de 2010



Yo ya conocía alguna obra suelta de esta artista valenciana porque habíamos coindicido en algunas exposiciones, pero a pesar de ello, no pude evitar emocionarme con cada una de las obras que vi en esta exposición.



Pepa Sánchez nos muestra unos desnudos tan delicados y  pintados con tal sutileza que nos introduce en la intimidad de la escena sin que tengamos la sensación de molestar.


Busto y Mujer con manto azul
Nudos

En sus cuadros inspirados en la India y el japonés, titulado Maikos la artista consigue con sus pinceladas fundir la fuerza del color y la suavidad de los gestos orientales.  El resultado es hipnotizador porque os aseguro que cuesta desviar la mirada.


La danza de los dioses, Maikos y La bailarina de Idduky


 Mujer con trenza y Lo espiritual

 En la zona baja de la exposición Pepa Sánchez nos traslada con sus obras a Venecia. Una bonita vista de su canal nos descubre el misterio, el color y la elegancia de las máscaras venecianas.


Canal Veneciano, Máscara en rojo, Amantes y Máscara en oro


También en esta zona podemos contemplar la ternura de su Anciana Tibetana y su cuadro titulado Al Atardecer.

 
La anciana tibetana y al Atardecer


En  un rinconcito muy acogedor de la sala, la pintora, cercana a todo lo relativo al respeto al medio ambiente nos hace un guiño con su obra titulada "Triste herencia".  En la que vemos a una niña correteando por la playa mientras un retrovisor de coche tirado en la arena refleja el mundo (in) civilizado que la rodea.

Triste herencia


Si tenéis ocasión de acercaros antes del 5 de junio, no dejéis de hacerlo.

Sé que os encantará!!!!

MIRAR Y ADMIRAR: Pintoras Impresionistas


Hoy le toca el turno a ellas.  A las pintoras impresionistas.

Relajaros, darle al play y disfrutad!




Ahh!  No olvidéis parar antes la música del blog. :)

PATO-OPINIÓN: Por la Integración y la No Segregación


Hace días que sigo el tema de la polémica generada por el velo en las escuelas a raíz del veto a una alumna musulmana en un Instituto de Madrid.

Creo que a estas alturas del “conflicto” sobra decir que el argumento para no permitirle el acceso con él es la norma interna del centro de no llevar cubierta la cabeza en clase, sea con pañuelo, gorra o cualquier otro tipo de prenda.



Pero claro, todo sabemos la carga simbólica del “hiyab” y el peligro de acusación de intolerancia que puede conllevar cualquier comentario en contra.

Antes de dar a conocer mi punto de vista he de reconocer que, de entrada, la “aptitud” de la cultura musulmana hacia la mujer es algo que me corroe por dentro y que me indigna.

Quizás el hecho de saber a través de alguien cercano cómo viven las mujeres en Afganistán me haya hecho menos permisiva con este tema.

Eso sí, quiero que quede claro que me consta que a veces estas imposiciones son aceptadas por las propias mujeres, bien por educación, bien por creencias.

Pero otras veces, demasiadas, no.

Y estoy harta de ver, leer y oír como en determinados países “los guardianes de la moralidad” castigan, encarcelan o escarmientan a mujeres que han decidido no acogerse a sus normas y no se ponen el pañuelo.

Y me enfada ver como muchas veces las periodistas occidentales desplazadas a países musulmanes para informar sobre algún conflicto se ven obligadas a cubrir su cabeza en la calle mientras retransmiten las noticias.

Y me “cabrean” los consejos en cuanto a la forma de vestir, mirar y actuar en caso de hacer turismo en determinados países, porque si no, tengo que “apechugar” con las consecuencias.

Y es aquí cuando pienso, algo que no es “políticamente correcto" decir o escribir…

Si yo voy a su país y por cortesía, educación o incluso seguridad me adapto a sus costumbres. ¿Por qué en sociedad (allá cada cual con en su casa), las personas de otras culturas que vienen a vivir más o menos permanentemente, no se adaptan a las costumbres del mío?

Y no me vale el argumento de que es un símbolo religioso porque a mis ojos, a los de una mujer occidental criada entre cuatro chicos, sólo es un símbolo de represión y desigualdad.



Y porque sé, porque lo he vivido, que yo por ser mujer no soy más, ni menos que cualquiera de mis hermanos varones.