Aquí va la segunda entrega de mi viaje a Galicia.
Ya os comenté lo difícil que me resulta resumir. Es que es tanto lo que vi y sentí!!!!.
¿Preparados?
Día 3
El 22, fuimos a un Santiago de Compostela que estaba lleno hasta la bandera por ser año Xacobeo y por la proximidad del día del patrón.
Para nuestra sorpresa no nos llovió, ni ese día ni ninguno de los que anduvimos por las tierras gallegas. Y eso, que me habían dicho que Santiago hay que verlo mojado… que tiene otro color.... (supongo que gris oscuro, porque a pesar del sol de ese día me pareció que era gris clarito).
Sea como fuere, Santiago te transporta a otra época.
Los peregrinos van llegando sin parar por cada calle, a pie, en bici, en grupo, en solitario.... Unos con el palo y poco más y otros cargados con enormes mochilas.
Los peregrinos van llegando sin parar por cada calle, a pie, en bici, en grupo, en solitario.... Unos con el palo y poco más y otros cargados con enormes mochilas.
Me encantó el ambientillo!!
Entramos a la Catedral por la puerta de La Platería y estuvimos más de media hora viendo el interior.
Una especie de monjes indicaban educadamente a turistas, peregrinos y creyentes que se agruparan en los laterales.
Estuvimos haciendo tiempo para que que dieran las 12 h y se celebrara la Misa del Peregrino.
Es que Lou nos había advertido que en esa Misa ponen el Botafumeiro en movimiento y que resulta impresionante verlo en acción.
Asistimos a los ensayos de los cánticos, oímos la lista de peregrinos que habían conseguido la Compostela y desde qué tramo. Vimos la procesión de curas que asaltó literalmente el altar y hasta asistimos al comienzo de la misa, pero, la verdad, nos aburríamos un poco.
Además pensamos que iba a durar más de una hora que luego teníamos que salir para abrazar al santo y que vuelta a hacer fila.
Y teníamos intención de callejear por la ciudad, comer allí y luego seguir para A Coruña.
Y teníamos intención de callejear por la ciudad, comer allí y luego seguir para A Coruña.
Así que, a pesar de que si sales ya no hay vuelta atrás, “nos escapamos” (ante la mirada atónita de los que no habían podido entrar) dirección de la Puerta Santa y nos pusimos a la cola para abrazar al Santo.
Esta foto nos la hicieron unas chicas catalanas que habían hecho el Camino. (Gracias, chicas!)
Sé que algunos pensaréis que deberíamos habernos quedado pero es que con poco tiempo, a veces, hay que elegir.
Por dos minutos no vimos el Botafumeiro en acción.
Estaban dando la comunión cuando nos tocó el turno de pasar por detrás del altar y abrazar al Santo y a pesar de ralentizar el paso, hacernos los despistaos, curiosearlo todo para ganar tiempo, pararnos a rezar ante el ferétro del santo y hacerle ojitos al vigilante…. No pudo ser…
Os pongo un vídeo capturado de Youtube por si queréis verlo en movimiento
Así que continuamos con nuestros planes, y callejeamos por Santiago, algo que a mí me encanta hacer en las ciudades que visito.
Es como llevarte, alojadilla en tu alma y para siempre, un poco de la esencia del lugar.
(Además en mi interior seguía esperando ver aparecer a la Reina Karminis en cualquier esquina)
Saboreamos el ambiente y salivamos frente a escaparates con postres y alimentos típicos.
Así que tras comer en un restaurante llevado por unos "im-profesionales de la hostelería" salimos hacia la soleada y luminosa A Coruña.
Aparcamos bajo la plaza de María Pita.
Allí, partiendo de esa plaza emblemática, anduvimos por la ciudad vieja adornada con banderas ya que se celebraba una Fiesta Medieval.

Tras el paseo, montamos en el tranvía que según me habían contado es el último tranvía que hubo en mi ciudad (que sí, que por lo que se ve es mañico .. jajaja) y que hacía el recorrido hasta la Plaza de las Canteras en el Barrio de Torrero.
Os pongo foto de los vagones en los que subimos.

Así que como no hubo forma de sacarle buen partido desde abajo y aprovechando la situación, decidí consolarme llevándome a casa su propia sombra.
Las vistas desde arriba, eran impresionantes!!!. Esa luz de A Coruña que me pareció maravillosa y el océano con ese color azul que me enamoró de Galicia.
Ya era tarde, pero antes de volver "al nido de Lou" seguimos viendo la ciudad, su castillo, las casas acristaladas del paseo marítimo, su puerto y...... nos comimos un helado que nos supo delicioso. (Hummmmm!!!)
¿Veis las casas acristaladas al fondo?
Aparcamos bajo la plaza de María Pita.
Plaza de María Pita y el Ayuntamiento de A Coruña
Monumento a Pita
Allí, partiendo de esa plaza emblemática, anduvimos por la ciudad vieja adornada con banderas ya que se celebraba una Fiesta Medieval.
Aquí se ven los puestos y las banderas medievales
Tras el paseo, montamos en el tranvía que según me habían contado es el último tranvía que hubo en mi ciudad (que sí, que por lo que se ve es mañico .. jajaja) y que hacía el recorrido hasta la Plaza de las Canteras en el Barrio de Torrero.
Os pongo foto de los vagones en los que subimos.
Salvo Pollito (que además de tener vértigo, estába destempladillo ese día) subimos a la Torre de Hércules, el único faro romano en funcionamiento más antiguo del mundo.
Agachándome, conseguí que el propio faro ocultara el sol
La pena es que a la hora que llegamos el sol estaba justo donde no debía estar para poder hacer buenas fotografías y mostraros lo alto y majestuoso que resulta de cerca.
Uno de los puntitos de abajo es Pollito. ¿Está alto, eh?
Así que como no hubo forma de sacarle buen partido desde abajo y aprovechando la situación, decidí consolarme llevándome a casa su propia sombra.
Vistas desde el faro
Las vistas desde arriba, eran impresionantes!!!. Esa luz de A Coruña que me pareció maravillosa y el océano con ese color azul que me enamoró de Galicia.
Ainss...qué mágica es esa luz ¿verdad?
Ya era tarde, pero antes de volver "al nido de Lou" seguimos viendo la ciudad, su castillo, las casas acristaladas del paseo marítimo, su puerto y...... nos comimos un helado que nos supo delicioso. (Hummmmm!!!)
Una bonita fuente al lado del puerto
Bueno...... yaaa... hasta aquí la segunda entrega de este viaje a Aragalia Occidental (Galicia).
¿A qué habéis llegado a las mismas conclusiones que yo?
1.- Santiago es de color gris
2.- A Coruña es de color azul y blanco.
3.- Parece que estoy buscando príncipe azul para mi heredera.
Pues NO a la tercera conclusión, lo mío sólo es AMOR DE MADRE (con mayúsculas, claro... ) jajaja
Y si os han quedado ganas de más (que no sé yo....!!!) ... os espero en la siguiente entrega.