Dos Patas para Un Pato

Bienvenidos

Somos 3 patos, mejor dicho dos patas y un pato, unidos por Internet y el amor al Arte y se nos ha ocurrido crear este blog para que cada uno escriba sobre lo que le apetezca. A ver qué sale!!!!

DIARIO DE UNA PATA-CABRA: VIAJE A GALICIA ( Y PARTE III)



Y por fin, la tercera y última entrega de mi viaje  por tierras gallegas. 

¿Vamos?


Día 4
El cuarto día, lo reservamos para recorrer las Rías Baixas, territorio de nuestros anfitriones.

Por la mañana, con Damián y Eloy, hijos de Pato-Lou, hicimos un recorrido por Villargarcía,  y visitamos Carril, justo cuando regresaban los mariscadores con sus redes llenas de almejas, impregnado el ambiente de olor a mar.

Carril desde la playa de Villagarcía

Mariscadores con su botín


Fuimos a Catoira, que estaba en plena preparación de la fiesta de los Vikingos y como nos contaron que es costumbre lanzar una piedra a la torre para hacer sonar la campana, allí estuvimos dándole un buen rato hasta que lo conseguimos.


El barco vikingo preparado para la fiesta


Eloy, pollito, la heredera y Damián.  Detrás la torre de Catoira

 
Después nos desplazamos a Padrón, ciudad natal de Camilo José Cela y de Rosalía de Castro

Llegamos algo tarde pero aún nos dio tiempo a visitar el museo de esta última. (Una curiosidad, su estación de tren está pintada de rosa).

Casa-museo de Rosalía de Castro en Padrón

 Interior del museo.  Sentados a la mesa

Volvimos a casa en donde la Condesa Marichita nos sirvió una comida, digna de reyes y como tales nos sentimos.        (Muchas graciaass).

Y por la tarde,  esta vez con Lou y su pata-señora, subimos al Mirador de Lobeira, desde donde se veía toda la Ría de Arousa y sus bateas de mejillón y el puente que une Vilanova con la Isla de Arousa.  Lugares que visitamos después.


Desde Lobeira, vista de la Isla de Arousa y su puente

Luego partimos hacia Caldas de Reis (o de la “Reina” ¿verdad prima? Jajaja) que tiene un bonito puente romano justo en la ruta del Camino de Santiago y fuentes termales de agua caliente, algo que para mí resultó asombroso.

Por cierto, una anécdota:

me estaba remojando los pies en una de ellas (no veáis lo que quemaba y lo que me costó conseguir dejarlos dentro) y una chica que se acercó a coger agua, me dijo con cara divertida:

- ¿Sabes qué dicen por aquí? Que quien mete los pies en la fuente de Caldas, se casa en Caldas”   ... Así quee.. !!!

y se marchó riendo.


Remojando los pies en la fuente de Caldas

Luego segurimos la ruta, Cambados, La Toja, Noia, Isla de la Lanzada , O Grove, Sanxenxo y alguna otra aldea que seguro me dejo por ahí.

La playa de la lanzada


Iglesia de conchas de la Isla de A Toxa

Aprovechamos hasta el final, y por eso ya anocheciendo aún nos dio para cruzar el puente y ver la Isla de Arousa desde su mirador. Una isla preciosa y un paisaje para soñar.


En la isla de Arousa. ¿no es una maravilla?

Día 5

Bueno y como todos se acaba y lo bueno antes, emprendimos viaje de vuelta hacia Aragalia del Este, la Tierra Baja.
Como no podíamos desperdiciar la ocasión, por el camino  paramos en León.

Comimos, callejeamos, saboreamos el ambiente, olfateamos su mercadillo de la plaza Mayor y nos deslumbramos con su soberbia Catedral.

La catedral de León al fondo


Detalle de la Catedral de León

Ya por la tarde nos desviamos a Burgos, donde seguía el incesante deambular de los peregrinos que llegaba a esas horas agotados y sofocados en busca de los albergues.


Concha del peregrino, marcando el Camino de Santiago

Casi sin esperarlo tropezamos con la Catedral por su parte trasera. Debo decir que se nos puso de repente a la altura de la mano.
La Catedral de Burgos

Así como la de León me parecio altiva, segura de sí, ocupando su lugar de honor en el centro de la plaza, la de Burgos encajonada, arropada por la propia ciudad, me resulto soberbia, solemne, majestuosa pero humilde a la vez.

Detalle de la fachada


Sandra y unos amigos que hizo en Burgos


Ya agotados, no paramos hasta casa porque teníamos sólo un día para recuperarnos y salir de nuevo hacia el sur de Francia a visitar a la familia.

Por fin, aquí termina la crónica del viaje que nos ha llevado de un extremo al otro del Reino de Aragalia

Pretendía que fuera breve, pero al final he tenido que dividirla en tres entregas y aún así me hubiera gustado deciros más cosas y poner más fotos.
Si tuviera que resumir esta experiencia, lo haría así:

Ha sido un viaje con olor a menta y a mar.  Una visión de colores variados que va del azul marino del océano, al gris de la piedra de Santiago. Unas sensaciones que se quedarán para siempre en mi recuerdo.

En definitiva, UN VIAJE A TRAVÉS DE LOS SENTIDOS.

Nota
Nuestro agradecimiento a Pato Lou y familia por habernos regalado este viaje inolvidable. :)


PATO-REPORTAJE: Restaurando techos en el suelo


Antes de nada, tengo casi que darme la bienvenida yo sola porque había desaparecido de los alrededores del estanque desde hace mucho tiempo, aunque es muy probable que para algunos que nadan por estas aguas hasta tenga que presentarme. Pues bien, soy la patita Taña y he vuelto motivada por otra pata loca para contaros dónde he estado metida taaaaaanto tiempo....ejem, ejem.... (esto no es cierto, porque esto sólo me ha ocupado un mes, pero necesito una excusa con peso...jijiji...)

Vengo para contaros un trabajo muy interesante: la restauración de unos techos pintados que habían cambiado de ubicación sin contar con nadie...¡¡directamente al suelo!!, ¡que descarados!


Fue una labor difícil, ya que eran muchísimas las piezas en las que se había convertido el dibujo tras sufrir la caída, y la poca variedad de tonos de las mismas ayudaban muy poco. Fue una mezcla entre puzzle y rompecabezas que nos llevó bastantes horas. Así que una vez reconstruido en el suelo, sólo teníamos que volver a colocarlo en su sitio. ¡Sólo!, como si fuera algo normal, jijiji....



Y por último, mi parte favorita, la reintegración pictórica con la técnica del "rigatino" (a base de rayitas de colores que se yuxtaponen y crean una sensación de uniformidad en el conjunto).

Espero que os haya gustado el "pato-reportaje restaurador", y prometo volver con el próximo trabajo realizado por " Taña restauradora" , la patita "desertora pero no abandonadora" del Estanque.

Y el resultado final: una reintegración de todas las partes en las que se puede apreciar tanto la parte restaurada como la parte original que, a simple vista, crea una sensación uniforme del conjunto pero que mirado al detalle deja ver el trabajo realizado.

Se trata de unos techos pintados a principios del siglo XX, que por el paso del tiempo y por una mala conservación habían sufrido el derrumbe de una de sus partes y el apuntalamiento de otra (como se ve en la fotografía), debido muy probablemente a la humedad de la planta superior. Así que literalmente, "el techo de encontraba en el suelo", y el primer paso tras desmontar de arriba la parte que quedaba suelta y la parte que se había caído , fue reconstruirlo en un rincón de la habitación recuperando cada pieza minúscula que se había desprendido del original.


Felices besos a todos!