Dos Patas para Un Pato

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Somos 3 patos, mejor dicho dos patas y un pato, unidos por Internet y el amor al Arte y se nos ha ocurrido crear este blog para que cada uno escriba sobre lo que le apetezca. A ver qué sale!!!!

EXPOSICIÓN: Daniel Quintero - La Lonja de Zaragoza


Desde el pasado 27 de enero y hasta 20 de marzo de 2011 ha tenido lugar una exposición en el palacio de La Lonja de Zaragoza  (plaza de El PIlar, s/n) que tenía intención de ir a visitar.

Casi me la pierdo, pero por fin este sábado, un día antes de su clausura pude ver las 71 obras del artista Daniel Quintero (Málaga, 1949).

Según he leído es la segunda vez que expone en Zaragoza . La otra vez lo hizo en 1995.


Os reconozco que inicialmente me sentí atraída por unas fotos de sus paisajes que vi en un reportaje de prensa.

Entonados

Paisajes desiguales, desordenados e incluso, a veces, caóticos, que resultaban increiblemente ligeros por las tonalidades empleadas por el artista.

El Congreso de los Diputados

Pero para mi sorpresa, porque tenía opiniones contradictorias sobre su obra, una vez en directo, no fueron estos paisajes los que me engancharon. Fueron sus retratos.


Pedro Solbes

Los retratos de Daniel Quintero son aparentemente sencillos. Sobre fondos en témpera muy coloristas surgen los rostros y las manos en óleo de los protagonistas.


La ropa, aparentemente sin terminar, e incluso la piel, dejaban respirar el tono del fondo elegido por el artista, rojos, amarillos intensos, verdes, que a mí me encantaron porque daban a su obra un toque especial.

Autorretrato


En algunos cuadros la figura aparecía contorneada “a lo bruto” con otro color que separaba la figura del fondo inicial o con unos trazos seguros a carboncillo que rectificaban el dibujo o le daban movimiento.

Gloria Gauger

Sólo había en la muestra, dos cuadros, digamos “clásicos”, el titulado El sombrero grande cuyo rostro de la niña es de una delicadeza infinita y una imagen de Pedro Almodóvar vestido de torero y con peineta, que aunque tenía un sitio especial en la muestra no es el que más me impresionó.

El sombrero grande

 Pedro Almodóvar


Un tercer cuadro, a mitad de camino entre estas dos tendencias, era el titulado de Los hermanos Quintero cuyo realismo te atrapaba en la escena, casi sin querer.


Los hermanos Quintero

Resumiendo mi visita a esta exposición, os diré que me quedo con esos retratos intencionadamente mal acabados, donde la personalidad bien captada de cada uno de sus protagonistas se apoderaban y prevalecían de forma sorprendente, sobre los fondos vibrantes de los cuadros de Daniel Quintero.




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